Orígenes del fútbol en Baleares: el velocípedo de Ernest Canut (2)

Ernest Canut, el introductor de la primera bicicleta en Mallorca.

La llegada a Palma en febrero de 1869 del primer velocípedo, propiedad del banquero Ernest Canut, provocó una verdadera revolución. La posibilidad de que el ser humano pudiera cubrir distancias relativamente grandes sin ayuda de un vehículo de tracción animal tenía fascinados a los palmesanos, que formaban largas comitivas para seguir los cada vez más frecuentes paseos de Canut, que tardó poco en familiarizarse con su nuevo medio de transporte.

Pronto hubo imitadores. En la foto vemos a Miquel Muntaner Clar, director del Gimnasio Balear, a lomos de su propio velocípedo, en 1885. No se puede negar que no fuera un vehículo innovador, y de hecho su enorme rueda delantera le permitía alcanzar velocidades respetables para la época. Pero era inestable y peligroso porque, para empezar, no tenía frenos. Hacía falta una evolución. Y por supuesto no tardó en llegar.

En el año 1885 John Kemp Stanley inventó la primera bicicleta de cadena, situando los pedales tal y como los conocemos hoy. Además, permitía reducir el tamaño de la rueda delantera hasta igualarlo con la trasera e incorporaba elementos que ya se utilizaban como los rodamientos o los frenos. Había nacido el ciclismo.

En Mallorca la fiebre por el ciclismo no tardó en llegar. Entre velocípedos y bicicletas digamos que más convencionales pronto llegó a haber un parque móvil relativamente extenso. Sin embargo había un problema: las calzadas estaban preparadas para que circularan sobre ellas carros tirados por bueyes o carruajes de caballos, y no ciclistas sometidos al castigo de nubes de polvo que les azotaban la cara o de guijarros puntiagudos que dejaban sus flamantes máquinas inservibles, por lo que no tenían más remedio que utilizar parques o recintos abiertos donde el suelo fuera algo más regular. Era necesario buscarles su propio espacio.

Han pasado 22 años desde que Ernest Canut desembaló el primer velocípedo de la historia de Mallorca, y muchas cosas han cambiado en Palma. La Primera República duró menos de dos años y ahora reina Alfonso XIII, aunque es menor de edad y gobierna su madre María Cristina, circulan varias líneas de tren que unen la capital con la Part Forana, se ha ampliado el muelle y en algunos tramos se ha sustituido el tranvía tirado por animales por otro con máquina a vapor. La población en Palma se acerca a los 75.000 habitantes y sigue pendiente de ejecución la demolición de parte del recinto amurallado que estrangula la ciudad e impide su expansión hacia el perímetro exterior.

La sociedad mallorquina es cada vez más sensible a la práctica del deporte. En 1891 las embarcaciones amarradas en el moll de les Dressanes, se constituyen en Club de Regatas. Pronto será el Real Club de Regatas. En otro punto de la ciudad también se da un paso hacia adelante. Justo en la entrada del Borne, frente a la plaza de la Reina, tenía su sede la sociedad La Veda, uno de los clubes más selectos de la ciudad. En la Veda se practicaba esgrima y desde 1890 tiro con arco. Por cierto, puede que fuera precisamente aquí, en La Veda, donde naciera en realidad el Real Mallorca. Pero de eso hablaremos más adelante.

Tiro con arco, esgrima, regatas, carreras de caballos y ciclismo, mucho ciclismo. En 1888 se constituyó la Sociedad Velocipedista de Palma, que tenía su sede en los bajos de la antigua Plaza Libertad,  en 1892 se adecuó un velódromo provisional en la falda del Puig de Sant Nicolau, en Felanitx, y ese mismo año se constituyó en Palma una sociedad cuyo objeto era construir un velódromo en Son Espanyolet para celebrar carreras ciclistas. La primera instalación deportiva de la historia de Palma.

En la carretera de Son Rapinya esquina con la calle Valldargent, estaba situado el velódromo de Son Espanyolet, la primera instalación deportiva de la historia de Palma, el lugar donde se jugaría, años más tarde, el primer partido de fútbol digamos que «oficial» de la historia de Mallorca. Son Espanyolet, que tenía una longitud de 250 metros, fue inaugurado en junio de 1893, el mismo mes en el que también se estrenó el velódromo de Manacor. En septiembre de ese año ya tuvo lugar el primer campeonato de Baleares de ciclismo.

El ciclismo alcanzó pronto un lugar preferente en el ocio de los mallorquines de clases más elevadas, porque eran pocos entonces los que podían permitirse no sólo la compra de una bicicleta, sino las lecciones que se impartían para poder utilizarla correctamente. Tanto era el auge del nuevo deporte que pasó absolutamente desapercibida esta nota en el diario La Almudaina de un día indeterminado de 1894. Una nota en la que, por primera vez, aparece escrita en la prensa mallorquina la palabra football.