Orígenes del fútbol balear: 1902, el año que lo cambio todo (6)

Artículo de «wanderer» en La Almudaina. Tras este seudónimo se ocultaba probablemente el profesor de gimnasia Adolfo Revuelta.

Estamos en 1902. El año que va a cambiarlo todo. El más importante de la historia primigenia del fútbol balear y el año también en el que Palma va a dejar de ser una ciudad medieval para abrirse al mundo y comenzar a dibujar su actual fisonomía, que la convierte en uno de los enclaves más atractivos del Mediterráneo Occidental.

Sólo tres meses van a separar en 1902 dos hechos capitales. El primero, el inicio en agosto del derrumbamiento del recinto amurallado de Palma, un perímetro de cinco kilómetros que ahogaba a una ciudad sin agua corriente ni alcantarillado, y que impedía su crecimiento y su adecuación al recién estrenado Siglo XX. El segundo, el nacimiento en noviembre del primer equipo de fútbol de la historia de Baleares, el España, fundado gracias a la iniciativa y al apoyo económico del empresario José Oliver Bauzá, y que será el embrión desde el que irán surgiendo imitadores que, con mayor o menor fortuna, contribuirán a que pronto el foot-ball deje de estar limitado a la celebración de partidillos espontáneos sin más regla que el denodado esfuerzo de aquellos que lo practican desde la más absoluta ingenuidad.

El tránsito hacia el Siglo XX, sin embargo, no ha resultado sencillo. Tanto la ciudad como sus habitantes han tenido que superar escollos muy duros. Pero el progreso ha acabado haciéndose sitio entre los escombros de las murallas, y ya todo es posible. Incluso en el mundo del deporte, que también han evolucionado. Tanto, que son pocos ya los que recuerdan como todo cambió un 17 de febrero de 1869. La llegada a Palma del primer velocípedo, propiedad del banquero Ernesto Canut, comprado en Marsella por el prohibitivo precio de 225 francos franceses y trasladado al antiguo Mol de sa Riba embalado en una caja que pesaba 35 kilos, constituye el kilómetro cero de la historia del deporte balear. A partir de ese momento irán precipitándose los acontecimientos.

Un año antes, el 9 de octubre de 1868 el concejal Gabriel Humbert había presentado en el plenario de Corte una petición oficial para derribar las murallas. La oposición del ejército frenó en seco el proyecto, que se limitó en 1873 al derribo de parte de la muralla que daba al mar, dejando abierta una explanada que se convertiría en 1910 en el actual Passeig Sagrera. Hasta el 12 de febrero de 1902 no firmó el rey Alonso XIII la orden que permitía el derrumbamiento inmediato de las murallas, que se produjo entre una gran solemnidad en agosto de 1902.

Mientras Canut va instruyéndose en el difícil arte de utilizar el velocípedo sin que peligre la integridad de sus propios huesos, las familias mallorquinas más humildes se debaten en una situación de absoluta pobreza y desespero provocada por su elevado índice de analfabetismo, que en muchos pueblos supera el 90% de la población. En 1895 parte hacia Cuba un batallón de soldados reclutados en Baleares para participar en la última de las tres Guerras contra la isla caribeña y comienza para las islas un calvario que acabará con el fallecimiento de muchos de sus vecinos más jóvenes. La Guerra acaba por fin en 1898 tras la intervención de EEUU, pero en Palma se vive una situación de auténtica psicosis porque se cree que qun acorazado yanki vendrá a destruir la ciudad. Se llega a decretar el Estado de Guerra

A todo esto, el deporte mallorquín ha ido haciendo camino. En 1890, 21 años después de la llegada del primer velocípedos, nace la Sociedad Velocipedista, cuyo principal reto será construir una instalación para poder practicar el nuevo deporte del ciclismo con seguridad. En 1892, bajo la falda del Puig de Sant Nicolau, en Felanitx, se habilita el primer velódromo, pero es muy rudimentario y apenas sobrevive unos meses. El 4 de junio de 1893, por fin, de inaugura el velódromo de Son Espanyolet, la primera instalación deportiva de la historia de Baleares.

Todavía faltan algunos años para que en Son Espanyolet se juegue el primer partido de fútbol documentado de la historia de Mallorca, pero la simiente del nuevo deporte inventado en Inglaterra ya se ha sembrado en la isla. En 1895 llega a Palma un funcionario madrileño de 28 años llamado Adolfo Revuelta, destinado por el Estado para impartir la recién creada cátedra de Gimnasia en el Instituto Balear. Revuelta va a convertirse muy pronto en un personaje clave para el nacimiento del fútbol mallorquín porque desde el primer momento impulsa a sus alumnos a practicarlo en el foso de la puerta de Jesús, junto a lo que hoy es la Delegación de Hacienda en la calle Cecilio Metelo.

Revuelta sólo va a estar ocho años en la isla porque en 1903 será destinado a Santiago de Compostela, pero durante ese tiempo se convertirá en el personaje clave de la prehistoria del fútbol mallorquín. De hecho, aunque es imposible comprobarlo, todo apunta a que fue él mismo quien, bajo el seudónimo de Wanderer, mandó a La Almudaina una nota el 6 de julio de 1894 en la que relata los fundamentos del nuevo deporte. Por aquella época Revuelta estaba todavía en Madrid, y durante la crónica explica que en el Retiro era habitual que se organizarán partidillos de football.

A finales del Siglo XIX son ya tres los emplazamientos en los que está documentado que se jugaban partidillos informales en Palma. En Ses Bóvedas, en  lo que hoy conocemos como Sea Voltes, en Ca’n Pere Antoni, a donde acuden los alumnos del Colegio de Los Agustinos, y en el ya mencionado foso de la puerta de Jesús. Mientras, el ciclismo se ha hecho mayor de edad y es, sin duda, el deporte número uno en la isla. Ya hay velódromo en las principales poblaciones y desde 1896 existe la sociedad Veloz Sport, que en 1899 presenta públicamente su proyecto de construir en la zona de Tirador la más ambiciosa de las instalaciones ciclistas de Baleares. Hay numerosos clubes ciclistas e incluso se edita una revista especializada, Palma Ciclista, que se publica desde 1898. Entre el fútbol, el ciclismo y las pruebas de vela que se celebran en el Real Club de Regatas, fundado en 1895, el deporte mallorquín empieza a adoptar su propia carta de naturaleza.

Volvemos a estar en 1902. En agosto ha comenzado la primera fase del derribo de las murallas y en noviembre Revuelta pide al Ayuntamiento que le permita construir un campo de fútbol reglamentario en el foso de la puerta de Jesús. Revuelta no habla en vano. Quiere que esa sea la sede del primer equipo de fútbol de Baleares, el España, que ese mismo mes de noviembre ve la luz de la mano de José Oliver Bauzá. ¿Y quién es el tal Oliver Bauzá? Es un personaje apasionante, desconocido hasta ahora, pero a quien el fútbol balear debe mucho. Muchísimo. En el siguiente capítulo le conoceremos a él y a tres de sus hijos, Bartolomé, Zoilo y Santiago.

La familia Oliver, por cierto, se encuentra ahora mismo descansando tras un agotador viaje de 23 días de duración. Hoy es 9 de agosto de 1902 y acaban de llegar de Manila, capital de Filipinas, en el vapor correo Antonio López. Muy pronto estarán en Mallorca para fundar el España.

1 Response

  1. foranervis dice:

    Una desgracia, el derribo de las murallas.
    Pero fue una decisión acorde con la época, en la que la protección de los elementos históricos tenía muy poca importancia en comparación con otros temas, y por ello, antes que buscar soluciones alternativas, iban «por la calle de enmedio» y eliminaban el problema.