Historias de 100 años (102): El pleito Balear de 1918

R.S. Alfonso XIII, campeón de la segunda liga catalana en 1917

Por Xesc Ramis

En junio de 1918, mientras la epidemia de gripe asolaba Mallorca, especialmente en la zona de Manacor, la Palma futbolística hervía de indignación contra la Federación Catalana de Clubs de Fútbol. Pero primero, hagamos un poco de historia. El Alfonso XIII, a duras penas, consigue federarse en 1916 para poder tomar parte en el campeonato de su categoría, la segunda. En octubre de 1917, tras eliminar al Júpiter en la semifinal y al Ateneu Plafrugellenc en la final, obtiene el campeonato de Segunda Liga de la Federación Catalana de Clubs de Fútbol. Fue un hecho sorprendente para los clubs del principado que se lo tomaron como una expoliación y urdieron un plan para que al año siguiente no se repitiera la historia.

Los fundamentos que esgrimían para impedir la presencia de equipos baleares en los campeonatos de Cataluña eran, básicamente, cuestiones económicas, ya que la Federación Catalana no estaba dispuesta a abonar los gastos que ocasionaran los partidos de los clubes isleños. Sin embargo, desde un primer momento, la Federación Catalana acogió a los clubes isleños en su seno, sin dejar que existiera una Federación Balear independiente, al contrario de lo que ya ocurría en los ámbitos político, jurídico, militar, etc. O sea, no querían darles la independencia ni tampoco querían pagarles los desplazamientos a Cataluña.

Un segundo criterio que esgrimían era el deportivo, ya que argumentaban que a un club catalán le costaba mucho más llegar a semifinalista, por el gran número de clubes de segunda categoría existentes allí, que a uno de las islas que, tal vez, ganando un pequeño puñado de partidos adquiría esa condición. Los alfonsinos convenían que igual no era justo, pero era legal. De hecho, en la Copa de España se daban las mismas circunstancias y, por ejemplo, el Español debía eliminar a cinco contrincantes mientras que al Madrid le bastaban solo tres para llegar a la final. También argumentaban los alfonsinos que cuando ellos querían enfrentarse a un rival de cierta categoría debían gastarse “unos cientos de pesetas” para traerlos a la isla o ir a visitarlos, cosa que los catalanes no necesitaban hacer.

En la Asamblea de Delegados del 20 de octubre de 1917, justo seis días después de que el Alfonso XIII ganara la segunda liga catalana, se propuso que no pudieran tomar parte en la competición de su categoría los equipos de la provincia donde no hubiera Comité provincial. Muchas veces reclamaron desde Palma una copia de ese reglamento para defenderse y no lo consiguieron hasta febrero de 1918. Leída la reglamentación el Alfonso XIII federó a varias sociedades locales de fútbol e intentó constituir el Comité Provincial, con la intención de organizar el Campeonato. Un Campeonato que parecía destinado a dar al Alfonso XIII como semifinalista.

La Federación Catalana optó por dar largas al asunto balear. Un primer movimiento fue enviar un oficio firmado por el secretario del C.D. Europa en el que decía que eliminaban al Alfonso XIII por no existir el Comité Provincial. El C.D. Europa era uno de los equipos de segunda categoría que debían contender contra los alfonsinos, por lo que se convertían en juez y parte del asunto. Sin embargo, desde Mallorca se contraataca alegando que todos los nuevos clubes federados habían presentado la documentación exigida en el artículo 1º del reglamento vigente, obteniendo de la Federación Catalana una “admisión provisional hasta que pase una comisión del Colegio de árbitros a examinar los campos”. En Mallorca se toman este punto como un burdo pretexto para alargar la constitución del Comité Provincial de Baleares, ya que en ningún punto del reglamento vigente se habla de admisiones provisionales; evitando así que puedan enviar desde las islas un semifinalista para el campeonato de segunda liga.

Los Alfonsinos, llegados a este punto, son conscientes de su modestia y de la suerte a su favor en el campeonato de 1917, pero piden poder ejercer su derecho a participar. Y aportan una última queja sobre el campeonato ganado en 1917 que, en sus bases de competición, en el artículo 81 decía que “Al campeón de segunda categoría se le otorgarán medallas de oro”. Estas medallas nunca fueron entregadas a los alfonsinos, medallas que sí fueron entregadas a otros clubes clasificados inferiormente.

En junio de 1918 se recibió un acuerdo del Comité directivo de la Federación Catalana de Clubs de Fútbol anunciando que se había tomado el acuerdo de dividir el campeonato de Cataluña de segunda categoría en campeonato de Palma (textual) y campeonato de Cataluña, nombrando al Alfonso XIII, al efecto, campeón de Palma. Este acuerdo eliminaba al Alfonso XIII del campeonato catalán de segunda categoría. Para intentar complacer al equipo mallorquín se inventaron una Copa Cataluña-Balear, a disputar el 14 de julio de 1918, que enfrentara al campeón de segunda categoría catalán, curiosamente el C.D. Europa, con el campeón de Palma, el Alfonso XIII; pero que en ningún caso otorgaba al campeón el título absoluto de segunda categoría que ya había sido asignado al C.D. Europa. Desde la sociedad alfonsina se hacían la siguiente reflexión: ¿para qué federarse los clubs de Baleares, qué ilusión pueden tener si se les priva del derecho de asistir a los campeonatos?

Un comentario ha pasado a la historia, es de alguien que escribía bajo el seudónimo de Tribolites: “Las personas de cierto nivel moral, vamos a tener que abandonar las cosas del football; así gobernarán a sus anchas las criaturas… y los vivos”. Tribolites (a veces también escrito Trilobites) era el seudónimo que usaba al escribir en prensa el fundador del Alfonso XIII, Adolfo Vázquez Humasqué.

7 Responses

  1. Mallorquin91 dice:

    Tomeu me gustaría que un día contases la historia del partido Constancia vs Mallorca del 28 que hubo tanto incidentes. Que paso? Que se jugaban? Como se llego a ese punto?

    • Tomeu Maura dice:

      Me lo apunto y o lo cuento yo o le pido a Xesc que lo haga. Digamos que el resultado de aquel partido fue decisivo para que el Mallorca sea hoy lo que es y para que el Constància nunca más levantara el vuelo.

    • Tomeu Maura dice:

      Y, por cierto, no fue en 1928, sino en 1945. Fue de hecho el último partido oficial jugado en Buenos Aires antes del traslado a Es Fortí (futuro Lluís Sitjar).

  2. Serverisom dice:

    Decían los mayores de Manacor, que “ el Batle de Manacor va a anar a Barcelona a sercar sa gripia ( recursos economicos ) i va dur es grip”.

  3. esceptico dice:

    Chapeau a un comunicado de los ‘Ligallo’ del Real Zaragoza, donde se plantea la cancelación de la Liga, que un usuario ha colgado en un post anterior. Me hace replantearme muchas cosas.

  4. Mallorquin91 dice:

    Gracias Tomeu soy de Inca y me gustaría saber la historia

  5. Garciman73 dice:

    Según tengo entendido el Alfonso XIII en calidad de campeón de Segunda categoría, se ganó e derecho a jugar la promoción de ascenso a contra el penúltimo de Primera categoría, el FC Internacional.

    Finalmente no se jugó por motivos en apariencia obvios, como era la imposibilidad de desplazarse seis veces y cada quince días al Principado para jugar por motivos logísticos o por el elevado coste económico que suponía. A pesar de la oportunidad única que suponía enfrentarse a equipos como el Barça, Espanyol o Sabadell. Supongo que las arcas del club alfonsino no estaban muy boyantes, o eran conscientes de que su papel iba a ser deportivamente desastroso.

    No sé si aparte de estos motivos, aparentemente de peso, hubo algo más por parte de la Federación Catalana. Supongo que los clubes catalanes tampoco veían con buenos ojos tener que coger el barco para jugar un partido. En fin, tácitamente nadie debió querer ese ascenso y el Internacional (donde jugaba un joven Samitier, por cierto) se salvó sin jugar.