Historias de 100 años (105): Luis García García, gol en Las Gaunas

Por Xesc Ramis

El pasado día 18 se cumplieron 34 años del ascenso del Mallorca a Primera División en Las Gaunas. Esa tarde de mayo iba a marcar la trayectoria de un jugador que había llegado al Mallorca como promesa y se fue confirmado como uno de los mejores centrocampistas de Primera División.

Luis García García había nacido el 1 de mayo de 1964 en Peñaranda de Bracamonte, un pequeño pueblo salmantino, cercano a la provincia de Ávila, que se encuentra a unos cuarenta y seis kilómetros de la capital, Salamanca. Formado en el equipo de su pueblo, el Club Deportivo Peñaranda, llegó a la cantera de la U.D. Salamanca en 1979, llegando a ser internacional sub-18 y a ser convocado por la selección sub-21. En la temporada 1982/83 debutó en el primer equipo de la Unión, formando parte de la primera plantilla hasta el verano de 1985. En Salamanca, pese a su juventud, se desempeñaba normalmente como hombre libre de la defensa.

Miguel Contestí, previo pago de 30 millones de las antiguas pesetas, adelantándose al interés mostrado por el Real Valladolid, Real Zaragoza, Sporting de Gijón o, incluso, Atlético de Madrid, lo unió a la causa bermellona en el verano de 1985, como un fichaje prometedor y de futuro. Longilíneo, de amplia zancada y con la combinación perfecta entre fuerza y técnica, inició su andadura en el Mallorca en la posición de defensa libre, formando una sólida dupla con Mantilla.

Los resultados con Benito Joanet no llegaron y la llegada al banquillo de Serra Ferrer lo convirtió en un centrocampista “box to box”, que tanto se incrustaba entre los centrales para defender un centro, como llegaba al área contraria para rematar. Histórico su gol en el viejo campo de Las Gaunas que supuso el ascenso a Primera División el 18 de mayo de 1986. La temporada 1986-87 fue una de las piezas fundamentales del centro del campo de un Mallorca que alcanzó la gloria del play-off por el título, en una temporada en la que, además, se proclamó campeón de Europa sub-21 en Valladolid.

En enero de 1988 le llegó el premio gordo con el debut en la Selección Española absoluta, en un amistoso disputado en Valencia frente a la R.D. Alemana en el que juega a penas sus únicos 17 minutos con la “otra” roja. Se convirtió así en el primer jugador del Mallorca internacional absoluto con España.

En el verano de 1988, tras el fatídico descenso del Mallorca a Segunda División, tras haber disputado 121 partidos con la camiseta bermellona y haber marcado 16 goles, ficha junto a Antonio Orejuela por el Atlético de Madrid, en el que fue, en esa fecha, el mayor traspaso cobrado por el Mallorca en toda su historia. No tuvo mucha suerte en el club colchonero. En enero de 1989 le empezaron a aparecer problemas en la rodilla. Intentó volver a su máximo nivel cerrando una cesión al Tenerife poco después de iniciada la campaña 1989/90, pero finalmente una gravísima lesión de rodilla, acabó con su carrera de futbolista sin haber podido consolidar todo su potencial en Primera División.

P.D. Como posdata os añado que económicamente las cosas no acabaron de irle bien a Luis García después de su retirada, hasta el punto de que llegó a ejercer como guardia de seguridad en algún momento.

5 Responses

  1. giffs dice:

    Jugadorazo. Para los que no lo han visto jugar, era un perfil Piqué, grandote, técnicamente bueno. Los Magdaleno, Zaki, Orejuela, Trobiani, Álvaro etc eran los jugadores que se más se veían cada semana en Estudio Estadio, en una época donde no se retransmitían los partidos (solo 1, normalmente Barça o Madrid) y quedaba en la retina las acciones más espectaculares que es lo que nos ha llegado en los resumenes de la época, pero Luis Garcia era un jugador top, pero muy top…

  2. GBA dice:

    Mi primer «ídolo» como mallorquinista. Como dice giffs era un jugador poco mediático pero muy top.
    Haber sido el primer jugador del Mallorca en vestir la elástica de la selección ya lo dice todo.

  3. Serverisom dice:

    Jugador básico y fundamental en los esquemas de Serra Ferrer, su rehubicación fue todo un acierto.
    Si no hubiera sido por las lesiones hubiera llegado muy lejos.
    Creo que tiene a un hijo, Rubén García, por la tercera madrileña.