LGP paró la salida de Galarreta: bendita decisión

Creo que hay coincidencia absoluta en que una de las sorpresas más positivas de la temporada está siendo Ruiz de Galarreta. El centrocampista vasco está rindiendo a un nivel muy alto incluso aún jugando fuera de su posición, como fue el caso cuando tuvo que sustituir a Baba, medio centro defensivo.

Lo más llamativo del caso es que Galarreta no tenía que estar jugando en el Mallorca. Su salida estaba ya cerrada, y sólo la presión que ejerció el entrenador provocó que el jugador se quedara aquí y compitiera por un puesto en una medular que parecía superpoblada.

Galarreta prácticamente no intervino en la pretemporada porque estuvo lesionado y en consecuencia no pudo competir por un puesto en igualdad con el resto de sus compañeros. En ese escenario Ortells negoció con el Girona su cesión y consiguió que el equipo catalán se comprometiera a pagar una cantidad por el préstamo. El jugador dio el sí al Girona y empezó a hacer las maletas.

Fue entonces cuando intervino Luis García Plaza. Había visto un par de detalles muy interesantes del futbolista en los entrenamientos y, tras meditarlo mucho, pidió al club que parara la operación. Hubo bastantes divergencias al respecto porque la Liga ya había empezado, Galarreta no había jugado ni un solo minuto en las tres primeras jornadas y, además, su salario no es precisamente de los más económicos. Hubo un largo tira y afloja, pero al final -afortunadamente- prevaleció el criterio del entrenador, que tuvo una conversación en privado con el jugador para pedirle que se quedara.

Galarreta no debutó hasta la cuarta jornada ante el Tenerife y además no entró en el campo hasta el minuto 87. Lo mismo sucedió la semana siguiente en Lugo. Ante el Mirandés ya disfrutó de 15 minutitos y frente al Albacete fue titular por primera vez. Repitió en Alcorcón y ante el Málaga y el domingo en La Romareda cuajó unos minutos soberbios tras salir del banquillo.

Casos como el de Galarreta son frecuentes en el fútbol. Jugadores que están a punto de irse pero que en el último momento por lo que sea tienen que quedarse y acaban cuajando una gran temporada, que es lo que tiene pinta de que va a suceder con el vasco. Gracias a LGP y su intuición, porque lo normal era que a estas alturas estuviera peleando por un puesto en el Girona.