0-0. Primeros síntomas de vulnerabilidad

Ésta es la primera vez en la que el Mallorca ha sido inferior a su rival. Hasta ahora no había sucedido, ni siquiera en el campo del Espanyol, y quizás como consecuencia de ello se había creado la falsa idea de que esto sería un lecho de rosas. Nada más lejos de la realidad. El Sporting ha merecido ganar y ha mostrado los primeros síntomas de vulnerabilidad en el equipo de LGP. Visto lo visto el empate no es ni mucho menos mal resultado. Va a tocar sufrir, pero eso ya lo sabíamos.

El Sporting no tardó en demostrar que por muchas bajas que tuviera no había venido a Son Moix a conformarse con un punto. A los dos minutos Djuka tocó de espuela para Pedro Díaz, que se deshizo de Raíllo con un caño para acabar rematando demasiado cruzado ante Reina.

El Mallorca respondió con un disparo de Mboulá en el área pequeña que rechazó Mariño, pero fue la única vez en la que apareció en ataque el equipo de LGP porque el resto del primer tiempo fue un monólogo asturiano. Aitor obligó a Reina a intervenir, Raíllo sacó de manera providencial un disparo de Djuka y entre el portero y el central cordobés abortaron otro remate de Aitor. El 0-0 al descanso era un magnífico resultado para un Mallorca desconcertado que, por primera vez en la temporada, estaba siendo superado por su rival.

56 minutos necesitó el equipo para cambiar la tendencia. A partir de un disparo de Sastre que mandó a córner Mariño el Mallorca obligó al Sporting a dar un paso atrás y a entregar el balón. Poco a poco los asturianos fueron notando el desgaste de la primera parte y el partido empezó a jugarse mucho más cerca de Mariño que de Reina, pero sin crear el suficiente peligro como para ganar el partido porque además, aunque es cierto que el rival ya no dominó como antes, tampoco renunció ni mucho menos a dar un zarpazo mortal. De hecho, tuvo varios contragolpes de vértigo, pero por fortuna en ninguno de ellos pudo batir a Reina.