1-3. Allá donde va el Mallorca no crece más la hierba

Rayo: Dimitrievski (1), Advíncula (1), Velázquez (0), Catena (0), Fran García (1), Mario Suárez (1), Trejo (1), Isi Palazón (1), Álvaro (1), Pozo (1) y Bebé (1). Saveljich (1) por Velázquez (24′); Andrés Martín (0) por Isi Palazón (46′), Comesaña (0) por Pozo (46′); Qasmi (0) por Bebé (63′); Joni Montiel (1) por Mario (76′)

Mallorca: Reina (1), Gámez (s.c.), Valjent (1), Raíllo (1), Oliván (2), Galarreta (1), Salva Sevilla (2), Antonio Sánchez (1), Dani Rodríguez (1), Amath (3) y Abdón (3). Russo (2) por Fran Gámez (11′); Lago Júnior (s.c.) por Abdón (83′)

Árbitro: Prieto Iglesias (1). TA Advíncula, Isi Palazón, Mario Suárez, Russo, Galarreta, Dani Rodríguez. TR Iraola (74′)

Goles: 0-1. Min. 3: Amath; 0-2. Min. 13: Abdón; 0-3. Min. 19: Salva Sevilla; 1-3. Min. 41: Advíncula

Tres puntos en Girona, tres en Almería, tres en Leganés, uno en Cornellà y hoy otros tres en Vallecas. El Mallorca se llena de argumentos para reclamar por derecho propio el ascenso directo. De los seis de arriba sólo ha podido ganarle el Rayo en la primera jornada de Liga y esta tarde acaba de devolverle el golpe. No sólo se ha llevado el triunfo, también el golaverage. La dictadura que impone en sus partidos fuera de casa sigue sembrando el terror. Nadie puede con él. Para extorsionar al imperio romano Atila el rey de los hunos presumía de que «allí donde pisa mi caballo no vuelve a crecer la hierba». Con el Mallorca, lejos de Son Moix, sucede lo mismo.

El equipo corta con otra victoria de prestigio la mini crisis con la que había cerrado la primera vuelta. El corte con respecto al cuarto clasificado vuelve a ser de ocho puntos y sigue invicto fuera de casa. Si había un momento en el que era necesario volver a recuperar la forma era precisamente éste. Está muy claro que va a pelear por una de las dos primeras posiciones, incluso aunque no venga un delantero diferencial porque hoy en día es de hecho muy difícil superar el nivel que está demostrando Abdón, que forma con Amath un ataque espectacular. ¿A qué espera Ortells para renovarle? ¿A que sea tan difícil como con Antonio Sánchez?

La tarde empezó agitada y el Mallorca no necesitó más que tres minutos para hacer saltar la banca. Antonio Sánchez interceptó un saque de banda y cedió con la cabeza a Amath, que hizo la pared con Abdón y se plantó solo en el área para resolver ante Dimitrievski con un tiro arriba inapelable.

El gol le calentó la sangre al Rayo, que se tiró arriba a tumba abierta. Gámez llegó in extremis a un centro que iba a rematar Álvaro. El valenciano evitó el 1-1 pero sus músculos volvieron a jugarle una mala pasada y no tuvo más remedio que marcharse al banquillo entre sollozos. El argentino Russo tuvo que reinventarse como lateral y cuando sólo llevaba dos minutos en el campo el Mallorca volvió a clavarle el aguijón a su adversario. Nuevo robo de balón, ahora en el otro lado, y gol a placer de Abdón tras recoger un rechace del portero a tiro previo del propio delantero de Artà.

Tampoco el 0-2 hundió a los de Iraola, que siguieron persiguiendo el gol y lo rozaron en varias ocasiones. Sin embargo, mientras arriba es cierto que hacían méritos para recibir una mayor recompensa, atrás eran una jaula de grillos. A los 19 minutos el Mallorca encadenó otro contragolpe que acabó en falta al borde del área. Salva Sevilla tomó el balón, ejecutó el golpe franco con su maestría habitual y Dimitrievski lo despejó ya dentro de la portería. Increíble pero cierto, el 0-3.

En condiciones normales cualquier partido con 0-3 en el minuto 19 debería estar listo para sentencia, pero ni incluso con esa desventaja el Rayo arrojó al suelo la toalla. Convencido de que acabaría su racha, el equipo madrileño no perdió la fe y acabó encontrando su premio cerca del descanso, cuando un zurdazo desde lejos del lateral Advíncula encontró la colaboración involuntaria de Reina, que se tiró tarde y mal, aunque también es cierto que el balón le botó justo delante. 1-3 y espadas en todo lo alto en la segunda parte porque estaba claro que el Rayo no iba a darse por vencido.

Sin embargo el Mallorca no le dio opción ni siquiera a volver a pelear. El equipo fue mucho más agresivo en defensa y los cambios de Iraola empeoraron al Rayo. Reina no pasó apenas apuros y estuvo mucho más cerca el 1-4 que el 2-3. Al final sin embargo el marcador ya no se movió y acabó confirmándose un triunfo que vale su precio en oro y que traslada ahora la presión a Espanyol y Almería, los únicos capaces de mantener el ritmo que impone el equipo de Luis García Plaza.