0-1. Todo sale bien, todo

Albacete: Nadal (1), Arroyo (1), Gorosito (1), Boyomo (1), Fran García (1), Eddy Silvestre (1), Jean-Jules Mvondo (1), Diego Caballo (1), Álvaro Jiménez (2), Manu Fuster (1) y Zozulia (1). Kecojevic (1) por Manu Fuster (41′); Cedric (1) por Caballo (61′); Ortuño (1) por Zozulia (75′)

Mallorca: Reina (1), Antonio Sánchez (2), Russo (1), Raíllo (1), Oliván (1), Galarreta (1), Salva Sevilla (2), Dani Rodríguez (2), Mboulá (1), Amath (2) y Abdón (1). Cufré (2) por Oliván (53′); Febas (1) por Galarreta (53′); Álvaro Giménez (1) por Abdón (53′); Mollejo (1) por Amath (74′); Lago Júnior (s.c.) por Mboulá (89′).

Árbitro: Moreno Aragón (1). TA Jean-Jules, Abdón, Galarreta, Russo. TR Gorosito (2A 37′)

Gol: 0-1. Min. 58: Amath.

Por mucho que eche la vista atrás no soy capaz de recordar una temporada como ésta. Ni siquiera en Tercera o en Segunda B. Es cierto que la actitud del equipo es admirable y que en el banquillo se sienta un genio (los tres cambios simultáneos, evitando problemas y sentando a los jugadores con amarilla, fueron magistrales), pero es que además todo sale bien. Ha habido algún arbitraje contrario, como el día del Fuenlabrada, pero si somos honestos no hay motivos para quejarse. Y si, además, a todo esto le acompaña la suerte necesaria para resolver partidos en el último minuto, como la semana pasada, para beneficiarse de un rebote, como ha sucedido hoy, o ya en el colmo, que el poste escupa en el minuto 88 un penalty lanzado por el rival, se explica por qué el Mallorca es líder en solitario de la categoría. Ojo. Esto va por rachas y igual mañana cambia, pero de momento todo apunta a pensar que estamos ante un año triunfal que debería acabar con el ascenso a Primera División.

Al igual que había sucedido antes con todos los equipos que llegaron al partido ante el Mallorca subidos a los lomos de una racha positiva, el Albacete también mordió el polvo. Sin embargo su presencia en el campo fue admirable. Concedió el gol en un rebote y apenas dejó que le crearan oportunidades, incluso a pesar de estar jugando con diez desde el minuto 37. Ha sido uno de los rivales más dignos ante los que se han enfrentado los bermellones. Sin ninguna duda.

El Albacete arrancó con la línea de presión muy arriba, pero el dominio le duró el tiempo que tardó Salva Sevilla en hacerse con el balón. El almeriense tomó la batuta del partido y bajo su dirección el Mallorca empezó a disfrutar de posesiones cada vez más largas. Pronto a los manchegos no les quedó otra que correr como posesos persiguiendo sombras.

El peligro ante Reina quedó interceptado, pero también es cierto que Nadal no pasó apuros porque en la banda Menéndez, viendo la situación, no vaciló en ordenar a sus jugadores que dieran un paso atrás y recurrieran al balón largo para evitar la transición en medio campo. Un disparo de Antonio Sánchez al que respondió bien Nadal y otro de Álvaro Jiménez que rechazó a córner Oliván fueron las únicas ocasiones de una primera parte que acabó accidentada porque a los 37 minutos Gorosito fue expulsado por una doble tarjeta amarilla bastante exagerada.

Con un futbolista menos el Albacete renunció ya por completo al tránsito en el medio campo. El central Kecojevic sustituyó a Manu Fuster y el ucraniano Zozulia se quedó solo arriba en busca del milagro mientras que el Mallorca siguió a lo suyo, a la espera de que por fin llegara su oportunidad.

Muy inteligente, LGP evitó el peligro de que el árbitro cayera en la tentación de aplicar la ley de compensación y a los ocho minutos de la segunda parte retiró del campo a los dos jugadores que tenía amonestados. Poco después recibió la recompensa: un despeje del Albacete golpeó contra la cadera de Dani Rodríguez y el rebote le cayó en el área pequeña a Amath, que marcó a placer el 0-1.

Pese al resultado y la inferioridad numérica el Albacete no perdió nunca la fe, pero sólo pudo recurrir al balón parado para crearle al Mallorca una sensación de inquietud que nunca se tradujo en algo positivo. Todo parecía sentenciado, pero en el minuto 88 Salva Sevilla dejó la pierna en el área de manera demasiado arriesgada y cometió un penalty absurdo pero claro sobre Álvaro Jiménez, que ejecutó él mismo el lanzamiento y acabó estrellando el balón en la cepa del poste, aunque Reina se había lanzado bien a ese lado.