¡¡¡¡EN PRIMERA!!!! ¡¡¡Y POR LA PUERTA GRANDE!!!!

Se acaba de consumar el ascenso más rápido de la historia del Mallorca. A falta de tres partidos para el final de la temporada, y gracias a la derrota 3-2 del Almería en Cartagena, el equipo de LGP vuelve por la puerta grande a Primera División un año después de abandonar la máxima categoría. Nadie puede arrebatarle ya la segunda plaza y tiene incluso opciones reales de ser campeón. Impresionante.

Nunca hasta ahora había podido el club celebrar un ascenso con tanta antelación. El récord estaba establecido en la temporada 64-65, en la que se subió en el penúltimo partido. En esta ocasión van a sobrar tres jornadas y ese es un dato que enfatiza todavía más el enorme trabajo de esta plantilla y de este cuerpo técnico, que se han ganado el derecho de pasar a la historia del club.

Lamentablemente el ascenso más rápido va a tener que ser también el ascenso más íntimo. Las restricciones a causa del Covid -más estrictas en Baleares que en ningún otro lugar de España- impedirán que este éxito se celebre como se merece. En principio va a haber un pequeño festejo el lunes, a la conclusión del partido ante el Zaragoza, en el mismo estadio, y eso será todo. Descartada la celebración habitual en la Plaza de las Tortugas, que estará cerrada para acoger acontecimientos de esta magnitud. El club está trabajando a esta hora para conseguir algo más, pero es muy difícil obtener los permisos pertinentes.

A partir de ahora habrá mucho tiempo para analizar como se merece una temporada histórica en la que para mí ha habido un protagonista por encima de todos, Luis García Plaza. Al igual que lo fue Serra Ferrer en el ascenso de Logroño en 1986, cuando consiguió cambiar la dinámica negativa del Mallorca, el entrenador madrileño ha vertebrado el vestuario, ha potenciado sus virtudes, ha ocultado sus defectos y ha construido un equipo ganador. Mi enhorabuena al míster que, con este ascenso, y tal y como os adelantamos en exclusiva en su día en esta web, se ha ganado prolongar su contrato un tercer año. Se lo merece.