1-0. Over the moon

Mallorca: Reina (2), Maffeo (2), Valjent (2), Russo (2), Oliván (2), Baba (3), Salva Sevilla (2), Dani Rodríguez (2), Kubo (3), Mboula (1) y Fer Niño (2). Sedlar (1) por Russo (46′), Amath (1) por Mboula (60′), Galarreta (1) por Salva Sevilla (67′), Abdón (s.c.) por Fer Niño (85′), Battaglia (s.c.) por Kubo (85′)

Espanyol: Diego López (2), Óscar Gil (1), Sergi Gómez (2), Cabrera (1), Dídac (1), David López (1), Sergi Darder (2), Puado (1), Embarba (1), RDT (1) y Dimata (1). Melamed (1) por Embarba (54′), Morlanes (1) por David López (54′), Aleix Vidal (1) por Puado (75′), Loren (1) por Dimata (85′), Vadillo (s.c.) por Óscar Gil (85′)

Árbitro: Díaz de Mera (1). TA Kubo, Fer Niño, Oliván, Sedlar, Luis García, Cabrera, Morlanes, Vicente Moreno. TR Sergi Gómez (95′)

Gol: 1-0. Min.27: Dani Rodríguez

Asistencia: 7.529 espectadores en Son Moix

Es sólo circunstancial y sólo ha durado un ratito porque el Valencia ha goleado al Alavés, pero nadie le puede robar al mallorquinismo la maravillosa sensación de ver a su equipo líder de Primera División, aunque apenas haya sido una horita. Un sueño hecho realidad. En inglés se utiliza una expresión muy concreta para definir esta euforia: to be over the moon (estar por encima de la luna).

Cuando mentalmente repaso la historia reciente del Mallorca se me ocurren pocas primeras partes mejores que la que hemos visto hoy en Son Moix. Si me dicen que éste es el equipo que con Luis Aragonés o Héctor Cúper llegó a competiciones europeas, me lo creo. El ritmo, la ambición, la precisión a alta velocidad y la colocación sobre el campo han sido increíbles. El Espanyol no lo hizo mal, pero es que el Mallorca se lo comió, lo arrasó. Baba fue un pilar infranqueable en medio campo, Kubo dio un recital y Dani Rodríguez estuvo ahí para hacer justicia en el marcador.

De hecho se podrían haber visto más goles. Tanto en la portería de Diego López como en la de Reina. El meta madrileño sacó un tirazo de Kubo que era el 2-0, además de otro más sencillo de Niño en el arranque de partido, mientras que el mallorquinista estuvo providencial con 0-0 ante un disparo envenenado de Sergi Darder desde fuera del área y luego sacó unas buenas manos tras saque de falta muy potente de Embarba, aunque dejó el despeje en el centro, con el peligro que eso conlleva.

Pero, más allá de las ocasiones, que ha habido, lo cierto es que la primera parte fue un elogio al fútbol, la demostración de que cuando se quiere es posible dar un gran espectáculo. El Mallorca hizo vibrar a los casi 8.000 espectadores presentes en Son Moix, que vieron un partido de gran, gran nivel en el que el marcador se abrió con un golazo de enorme factura que nació con un cambio de ritmo maravilloso de Valjent a Oliván, que prolongó en el área para que Sergi Gómez, al despejar ante Fer Niño, que le entregara el balón a Dani Rodríguez, que en semifallo batió a un Diego López al que le faltó velocidad de reacción.

La segunda parte arrancó con la mala noticia de la lesión de Franco Russo, al que reemplazó Sedlar. Por supuesto bajó el ritmo porque era imposible mantenerlo y porque además era ahora el Espanyol el que estaba obligado a arriesgar, y ya sabemos que remontar un marcador adverso fuera de casa no es la especialidad de Vicente Moreno. Al final, pese a que el entrenador valenciano puso toda la carne en el asador fue incapaz ni siquiera de crear ocasiones y, de hecho, siempre estuvo más cerca el 2-0 que el 1-1, en especial en un disparo de Kubo que pasó a un palmo de la escuadra o en un uno contra uno de Amath que provocó en el descuento la justa expulsión de Sergi Gómez.