0-1. Pues empezamos bien

Esto no ha hecho más que comenzar y el resultado no quiere decir nada, pero es cierto que el Mallorca ha ofrecido hoy muchas dudas, sobre todo en ataque, y da la impresión de que deberá mejorar exponencialmente si quiere aspirar al ascenso. El Rayo, mucho más hecho a la categoría, le ha ganado con justicia en un partido en el que los bermellones apenas han disparado a la portería adversaria. Éste, desde luego, no es el camino adecuado.

Al Mallorca le costó entrar en el partido porque el Rayo salió muy arriba, pero poco a poco fue imponiendo su mayor calidad y acabó sumando las dos mejores oportunidades de la primera parte en sendos remates de Dani Rodríguez, el primero a los 15 minutos y el segundo en tiempo de prolongación, que acabó parando el portero vallecano Miguel Ángel Morro.

No estuvo mal el Rayo en la primera parte, pero careció de peligro ante la meta de Reina, que no tuvo que efectuar ni una sola intervención porque la línea defensiva no cometió ningún error. También estuvieron a gran altura los zagueros madrileños, por lo que se llegó al final del primer tiempo con empate a cero.

Todo cambió en la segunda parte porque a los 49 minutos Fran García centró desde la izquierda sin que Sastre pudiera taparlo y en el segundo palo Isi Palazón se anticipó a Iván Bravo para rematar raso al fondo de la red en el primer disparo visitante a la portería de Reina.

LGP no perdió el tiempo y dio entrada a Salva Sevilla, Luka Romero y Budimir por unos inoperantes Febas, Stoichkov y Álex Alegría, pero hasta el minuto 68 -Budimir- no llegó el primer disparo del Mallorca en la segunda parte. Antes el Rayo había tenido dos ocasiones para lograr el 0-2, pero Reina estuvo muy seguro en los remates de Isi y Fran García.

Nada sucedió de ahí al final porque el Rayo cerró con maestría todas las líneas y no le dejó a Mallorca ni un solo resquicio de esperanza, hasta el punto de que el equipo no fue capaz de crear ninguna ocasión en toda la segunda parte salvo un golpe franco de Salva Sevilla que de nuevo resolvió de modo magistral Moro, que tiene una pinta de porterazo que asusta.