2-0. ¿Vaso medio lleno o vaso medio vacío?

El vaso se puede ver medio lleno o medio vacío. Aquí va a gusto del consumidor. Los que quieran verlo medio lleno se felicitarán por la extraordinaria estructura defensiva del Mallorca, con dos centrales sobradísimos para la categoría y un medio centro que parece un pulpo. Sin embargo, los que prefieran dibujar nubarrones también tendrán razón si se quejan de un equipo totalmente plano en ataque, sin un delantero de referencia y sin extremos que desequilibren. Las dos lecturas son correctas. El Mallorca crece desde su fortaleza atrás, pero arriba tiene un grave problema.

La primera parte fue un calco del partido de la pasada jornada ante el Sabadell, un espectáculo soporífero, ajeno a cualquier atisbo de calidad que no es sino el reflejo de lo que le espera al aficionado esta temporada en Segunda, una categoría en la que el talento se administra con cuentagotas.

Pese a las evidentes facilidades que dieron tanto el portero como la defensa del Tenerife, nerviosos como un flan en cada balón que llegaba a su área, el Mallorca apenas creó oportunidades de gol. Sin embargo esta vez estuvo acertado en la estrategia, y eso le valió marcharse con ventaja al descanso. A los 18 minutos una falta botada por Brian Oliván la cabeceó a a red Valjent, completamente solo en el área tras una maniobra de despiste que dejó fuera de juego a su marcador Zarfino. Primer gol del eslovaco con la camiseta bermellona.

Ese fue el único remate local entre los tres palos en todo el primer periodo. Tampoco el Tenerife anduvo sobrado, aunque sí que tuvo la opción de marcharse al descanso con el empate en un zapatazo de Jacobo que escupió el travesaño a los 38 minutos. Los canarios no le perdieron la cara al partido, pero más allá de esa acción no existieron en ataque.

Tampoco tuvieron demasiado tiempo para reaccionar tras el descanso, porque a los diez minutos de la reanudación el árbitro señaló como penalty una caída de Dani Rodríguez ante Aitor Sanz bastante al límite. El propio Dani transformó el máximo castigo engañando a Ortolà.

Poco más de ahí al final. El Tenerife dio un paso hacia adelante en busca del milagro y llegó a marcar en una pérdida de balón de Abdón, pero por suerte Apeh estaba en fuera de juego, por lo que se evitó llegar al final con exceso de pulsaciones y con la anécdota del debut de Cufré, que tuvo algunos minutillos para empezar a entrar en materia. También Galarreta tuvo sus primeros minutos. Próxima cita, el lunes 12 de octubre en Lugo sin ninguno de los cinco internacionales…y quizás alguno más.