2-0. La importancia del saque de banda

Mallorca: Reina (2), Sastre (2), Valjent (1), Raíllo (1), Oliván (2), Sedlar (1), Salva Sevilla (1), Dani Rodríguez (2), Mboulá (1), Amath (1) y Abdón (1). Mollejo (2) por Mboulá (60′), Galarreta (1) por Sedlar (60′), Álvaro Giménez (1) por Abdón (60′), Baba (1) por Salva Sevilla (75′), Murilo (s.c.) por Amath (81′)

Lugo: Cantero (1), Campabadal (0), Venancio (0), Alende (1), Canella (1), El Hacen (2), Juanpe (1), Valentín (1), Chris Ramos (1), Appiah (1) y Carrillo (1). Hugo Rama (1) por Valentín (40′), Carlos Pita (1) por Chris Ramos (68′), Herrera (s.c.) por El Hacen (81′), Seoane (s.c.) por Campabadal (79′)

Árbitro: Ocón Arraiz (0). TA Sedlar, Mboulá, Amath, Juanpe, Appiah

Goles: 1-0. Min.2: Dani Rodríguez; 2-0. Min.62: Mollejo

La importancia del saque de banda. Una frase que acuñó el inefable Benito Floro cuando era entrenador del Real Madrid y que hoy se ha demostrado totalmente acertada. porque de ahí ha venido, en el mismísimo arranque de partido, el gol que le ha dado al Mallorca una victoria clave en sus aspiraciones de ascenso. Cuando aún no se habían cumplido los dos minutos de juego Oliván ha impulsado el balón con las manos desde el costado izquierdo, Venancio se ha tragado el bote del balón y Dani Rodríguez ha rematado a placer para batir a Cantero y establecer el 1-0.

Dicho esto, hoy es un día en el que una vez más el VAR ha favorecido al Mallorca. El año pasado fue un martirio en Primera División. En este curso, sin embargo, el viento sopla a favor una y otra vez. Sé que no es popular decirlo, pero no puedo guardar silencio ante lo que considero una injusticia. Dos decisiones de la sala VOR han sido decisivas para que la diferencia con el Almería sea de ocho puntos. La primera en La Romareda, anulando de manera incomprensible el 1-2 de Robertone; la segunda en Son Moix, dejando sin sanción un penalty clarísimo de Raíllo con 1-0. Por supuesto que a todos nos viene bien que los errores sean favorables, pero eso hay que recordarlo cuando el año que viene en Primera haya que volver a navegar contra corriente. El VAR está para impartir justicia, no para esto.

Y digo cuando el año que viene el Mallorca juegue en Primera porque me parece evidente que así será. Son ocho puntos de ventaja más el golaverage sobre el tercero a falta de 24 por disputarse. Sólo un cataclismo de proporciones bíblicas evitará que el equipo acabe entre los dos primeros porque la jornada de hoy ha sido la puntilla. Y eso a pesar de que ha sido uno de los partidos más espesos que ha hecho el Mallorca en lo que llevamos de temporada. El Lugo llevó el peso del encuentro y, más allá del penalty por mano de Raíllo no señalado, tuvo un par de llegadas muy peligrosas, especialmente una en el tiempo de prolongación de la primera parte en la que Reina interpuso una mano milagrosa a remate de Chris Ramos tras un saque de esquina.

El Lugo también empezó bien la segunda parte mientras el Mallorca no encontraba el camino para explotar el contragolpe. Estaba el partido en el filo del alambre, pero a los 62 minutos Oliván entró hasta la cocina, su centro no pudo despejarlo el central Alende y Víctor Mollejo, que acababa de salir al campo, remató en el área pequeña al fondo de la portería. Un gol, ahora sí, totalmente definitivo.

El panorama no puede ser más alentador. Quiero ser prudente y no caer en triunfalismos, pero no se me ocurre cómo podría perder el ascenso directo el Mallorca con ocho puntos de ventaja a falta de 24. Sobre todo porque sí, es cierto que el equipo puede caer en un bache, pero aunque fuera así lo que no veo de ninguna forma es a Almería o Leganés dándole caza. Siendo realistas, las dos plazas van a ser para Mallorca y Espanyol sí o sí. Todo lo que no sea así sería un verdadero cataclismo.