Caso Budimir: un problema más grave lo que parece

El caso Budimir es mucho más complejo de lo que parece. El jugador llevó al límite su exigencia de marcharse el pasado verano y erosionó su relación no sólo con el club, sino con el vestuario. El núcleo duro de la plantilla, formado por Reina, Raíllo, Valjent, Salva Sevilla y Dani Rodríguez, no recibió de buen grado su decisión de abandonarles con el Campeonato ya empezado, y por supuesto no le van a acoger con los brazos abiertos. Igual a mí se me ha pasado, y si es así ya me rectificaréis, pero no recuerdo haber visto ningún tipo de felicitación de Budimir por el ascenso, pese a que a él le va a reportar un sensible beneficio económico, no sólo porque su salario en el Mallorca se dobla en caso de jugar en Primera, sino también porque se llevará una parte proporcional de la prima al haber intervenido en el Campeonato.

Al Mallorca lo que más le interesa es que Budimir sea traspasado y deje un buen dinero en las arcas del club. Sin embargo eso no es tan sencillo. Está descartadísimo que Osasuna vaya a pagar 8 millones de euros por él salvo que lo utilice como puente para venderlo posteriormente a otro equipo, pero me cuesta mucho creer que alguien quiera desembolsar tanto dinero por un jugador que tampoco es diferencial. De hecho, en Osasuna ha sido suplente durante gran parte de la temporada y muchos de sus goles los ha marcado en la recta final, cuando los navarros ya estaban salvados. Osasuna devuelve a Calleri al Espanyol porque no le puede pagar, pero ya tiene recuperado al Chimi Ávila y parece que está fichado Kike García. Cualquiera de estos dos es mucho mejor que Budimir.

¿Quién tiene aquí el problema? El Mallorca, sin duda. Nos podemos encontrar ante una situación parecida a la que se produjo el verano pasado, con un jugador que no quiere estar aquí y sin ninguna oferta importante por él. Y lo peor es que Budimir puede condicionar la política de fichajes porque es evidente que hasta que no se le traspase no se dispondrá de dinero para invertir. Si esto se alarga como se alargó hace ahora un año las consecuencias pueden ser nefastas. Imaginaos que se repite la escena y que el señor Budimir y su representante fuerzan la situación hasta el último día de mercado. Si eso sucede estamos listos porque, además, me temo que esa volverá a ser su táctica. Ya les ha salido bien dos veces -llegó al Mallorca desde el Crotone de forma similar- y no tienen por qué cambiar su hoja de ruta.

La clave es que Budimir haga una buena Eurocopa y se revalorice lo suficiente para que alguien llame a la puerta del Mallorca. A mí me cuesta creer, sobre todo si lo de Kike García es verdad, que Osasuna vaya a pagar dinero por él, pero podría ser que planteara una oferta muy a la baja y el jugador, para forzar su salida, se declarara en rebeldía.

Y, sí, ya sé lo que me diréis. Pues que se quede en la grada. El problema es que el dinero de la venta de Budimir condiciona toda la planificación del mercado de fichajes porque el Mallorca ya se verá obligado a desembolsar mucha pasta para liquidar contratos de jugadores que no interesan y con los que habrá que llegar a un acuerdo. Como veis, es todo un problemón. Mucho más de lo que parece a simple vista.