2-1. Primer objetivo cumplido

Real Mallorca: Sergio Rico (2), Maffeo (3), Valjent (2), Raíllo (1), Oliván (1), Baba (1), Salva Sevilla (1), Dani Rodríguez (1), Kubo (0), Muriqi (2) y Abdón (2). Battaglia (1) por Baba (53′), Gio González (1) por Oliván (67′), Kang (1) por Abdón (67′), Antonio Sánchez (1) por Kubo (81′), Fer Niño (1) por Salva Sevilla (81′)

Alavés: Pacheco (1), Ximo (1), Laguardia (1), Lejeune (1), Duarte (1), Loum (0), Escalante (2), Manu García (1), Edgar (1), Rioja (1) y Joselu (1). Pellistri (1) por Edgar (59′), De la Fuente (1) por Escalante (59′), Pina (1) por Lum (73′), Guidetti (s.c.) por Ximo (89′), Martín (s.c.) por Duarte (89′)

Árbitro: Soto Grado (1). TA Baba, Muriqi, Manu García, Escalante, Edgar, Martín, Laguardia

Goles: 1-0. Min.11: Abdón; 2-0. Min.45+3: Muriqi; 2-1. Min.72: Raíllo en p.p.

El primer objetivo está conseguido. El Mallorca ha sumado tres puntos vitales y ha dejado a un primer enemigo visto para sentencia. Era lo único que interesaba esta tarde, pero ha habido una jugada que lo ha podido cambiar todo.

A los siete minutos, en el primer saque de esquina del partido, un error de la defensa del Mallorca ha permitido a Lejeune marcar un gol que lo comprometía absolutamente todo. El 0-1 hubiera tenido el efecto de una bomba atómica en la maltrecha moral mallorquinista, pero el VAR detectó una mano del central francés que luego Soto Grado confirmó en el monitor anulando el tanto. En mi opinión era tan absurdo no dar validez a ese gol como pitarle penalty a Russo en Getafe o, sin irnos del partido de hoy, no señalar penalty en la segunda parte por una mano clarísima de Laguardia en el área. Al final estás sometido a la ruleta rusa arbitral y esta vez, por suerte, la moneda ha salido cara.

El partido volvió al 0-0 inicial, pero fue por poco tiempo, porque casi en la jugada siguiente Salva Sevilla botó una falta desde la izquierda, Oliván prolongó en el primer palo, Maffeo devolvió el balón al área en el segundo y allí Abdón, en una media volea tan heterodoxa como efectiva marcó un gol que levant´o a todo el estadio de sus asientos.

Consciente de que tenía un tesoro entre manos, el Mallorca administró con inteligencia la ventaja ante un Alavés que poco a poco fue rehaciéndose y llegando con cierto peligro ante Sergio Rico, como en un cabezazo de Escalante que se fue fuera por poco. Sin embargo, cuando más intenso era el dominio babazorro, y ya en la prolongación, un saque de banda botado por Oliván lo recogió Muriqi en el área, donde hizo un movimiento maravilloso para quitarse de enmedio a Escalante y conseguir el espacio necesario para soltar un zurdazo que batió a Pacheco y se convirtió en el 2-0.

La segunda parte comenzó con una mano muy clara en el área de Laguardia ante la que se inhibieron tanto el VAR como el árbitro, y que pudo ser el 3-0 que hubiera acabado con el partido. No pasó nada y durante mucho rato no pareció que aquella jugada fuera a ser importante porque el Mallorca tenía totalmente controlado el encuentro y estaba más cerca su tercer gol que el primero visitante. Sin embargo a los 72 minutos Gio González no puso la pierna fuerte ante Loum, que se llevó el balón en el área, lo cedió a Joselu y su centro lo cabeceó en propia puerta Raíllo.

Tocó sufrir en la recta final, como no podía ser de otra manera, pero el Alavés es muy limitado en ataque y no fue capaz de crear ni una sola ocasión de peligro, por lo que se mantuvo el 2-1, un resultado que vale su peso en oro y que de momento, a falta de que se jueguen el Atlético-Granada y el Cádiz-Athletic, saca al Mallorca del descenso.