¿Le ha colado Nike al Mallorca una camiseta de su catálogo estándar?

Si la situación no ha cambiado desde la última vez que lo miré, en 41 de los 50 estados de USA existe una calle o un boulevard Martin Luther King Jr. De uno de ellos procede uno de mis tesoros particulares, una camiseta negra de los trials de atletismo de Estados Unidos para las Olimpiadas de Pekín 2008. Me costó 23 dólares, tasas incluidas, y no me la he puesto nunca ni tengo intención de hacerlo. La compré en la Nike Retail de Portland, en Oregón, el estado en el que en 1971 nació la más icónica marca de ropa deportiva estadounidense de todos los tiempos.

Para mí fue una sensación única estar ahí dentro, en la tienda de la ciudad en la que vio la luz Nike. Yo soy muy mitómano y me apasiona la cultura yanki. De hecho, en ese mismo viaje, cientos de kilómetros al norte del estado de Oregón, en Seattle, también tuve el privilegio de disfrutar de un cafe latte en Pike Place, la primera tienda que abrió Starbucks. De ahí conservó un mug con la mermaid original, que no tiene por supuesto nada que ver con la actual.

Nike siempre fue para mí un referente. Viajar a N.Y. y entrar en su tienda de la Quinta Avenida te transportaba a un mundo especial que parecía formar parte de otra galaxia porque en Europa no había nada similar. De hecho, creo que ninguna de las veces que entré acabé comprando algo porque los precios me parecían abusivos y no estaba mi presupuesto como para demasiados derroches. Pero eso era lo de menos. Cruzar la puerta de Nike era como hacer lo mismo en Tiffany’s de donde, por supuesto, tampoco iba a salir con ninguna bolsa. Era la sensación de estar ahí dentro, de disfrutar de una tienda de deportes con varias plantas, lo que la hacía diferente. Estoy contándoos esto y la mayoría de vosotros debéis pensar que estoy fumado, porque hoy hay docenas de establecimientos mucho mejores que el de Nike, pero para mi generación aquello era un privilegio.

Sin embargo el tiempo pasa y todo evoluciona. El resto de marcas deportivas siguieron el ejemplo de Nike y también abrieron megatiendas. Hoy las hay por todas partes. Incluso aquí tenemos varias. Esa diversificación fue poco a poco minando la cuota de mercado de Nike. Sigue siendo la número 1, pero las diferencias van acortándose y eso ha obligado a la multinacional americana a abrirse hacia otros deportes a los que tradicionalmente había despreciado. El fútbol, por ejemplo. En el pasado Nike vivía del baloncesto y de las zapatillas de running. Ahora eso ya no es suficiente. Lleva ya décadas virando hacia el más popular de los deportes mundiales y ahora se ha fijado en el Mallorca. Hoy se ha anunciado su vinculación con el club rojillo por las cinco próximas temporadas.

He esperado unas horas para conocer vuestra opinión porque no quería influir a nadie. Yo idolatro a Nike como idolatro a Carolyn Davidson, la estudiante de diseño gráfico que en 1971 ideó uno de los logos más carismáticos de todos los tiempos, el swoosh, el ala de la diosa griega de la victoria, Niké, que aparece debajo del nombre de la marca (swhoosh es en inglés el silbido que se produce después de un rápido aleteo o de una violenta corriente de aire). Hoy, sin embargo, me siento decepcionado. No sólo no me gusta el diseño de la camiseta (¿qué pinta ahí ese naranja o rojo decolorado, según se mire?), sino que me temo que al Mallorca le han colado una de las plantillas del catálogo estándar de Nike, en concreto el modelo Strike II / Vaporknit II que, como podéis ver en las imágenes que ilustran este post, guarda sospechosísimas similitudes con la zamarra que ha vestido Dani Rodríguez para la ocasión. Sinceramente, esperaba algo mejor de una marca que asocio a los mejores años de mi ya lejana juventud. Mi esperanza es que el contrato les va a unir al club durante las próximas cinco temporadas, así que seguro que la siguiente es mucho mejor que ésta.