Pablo Sarabia fue durante unas horas jugador del Mallorca

Está siendo una de las sensaciones de España en la Eurocopa y parece que el año próximo puede volver a la Liga tras su breve paso por el PSG, pero lo curioso del caso es que Pablo Sarabia llegó a ser durante unas horas jugador del Mallorca.

Todo eso pasó hace muchos años, en julio de 2009, cuando el empresario madrileño Carlos González llegó a un acuerdo con Mateu Alemany para adquirir sus acciones del Mallorca. González, que después fue propietario del Córdoba, al que ascendió a Primera División, era un tipo peculiar y nunca sabremos qué hubiera pasado si realmente llega a tomar las riendas del club, pero lo que sí es cierto es que era muy ambicioso.

Su desembarco en el Mallorca, que entonces jugaba en Primera División, no iba a pasar desapercibido. Su buque insignia era Luis Figo, con el que ya había llegado a un acuerdo personal, pero el portugués no venía solo. Aún recuerdo como si fuera ahora una comida que tuve con Carlos González en el Asador Donostiarra de Madrid en la que me mostró el contrato que tenía firmado «con un juvenil que va a ser uno de los mejores jugadores de España». Ese juvenil era Pablo Sarabia, que entonces tenía sólo 17 años y jugaba en el Real Madrid de División de Honor. González había llegado a un acuerdo con la directiva madridista para su traspaso, por el que me dijo que iba a pagar «menos de 500.000 euros. Es un chollo».

No iba mal encaminado. Sarabia se marchó dos años después al Getafe previo pago de 3 millones de euros. De ahí al Sevilla y ahora al PSG, con un valor actual de mercado de 20 millones de euros.

Carlos González hubiera sido propietario del Mallorca porque el acuerdo estaba cerrado, pero cometió el error de mostrar sus cartas demasiado rápido e hizo público que iba a sustituir a Nando Pons por Alfredo Duro, que era amigo suyo personal, además de efectuar otros cambios muy sensibles en la planta noble del club. A Mateu Alemany eso no le gustó y echó para atrás el trato, vendiendo sólo algunas semanas más tarde sus acciones a Martín Mingarro, de infausto recuerdo. Carlos González quedó muy tocado, pero como os he dicho antes acabó comprando el Córdoba, del que no salió por cierto demasiado bien parado.

Es evidente que creo que ninguno de nosotros cambiaríamos a Carlos González por la actual propiedad americana, con todos sus defectos, pero ha creído que os gustaría conocer esta anécdota. ¿Qué hubiera pasado con Sarabia y Figo en aquel Mallorca 2009-10 que acabaría quedándose a sólo segundos de la Champions? Nunca lo sabremos.